Las cementeras lanzan un nuevo formato de envase de 25 kilos, que empezará a venderse en el país a partir de julio. El cambio abarca a todas las líneas de productos del sector, desde cementos de uso general hasta los orientados a tareas de albañilería.
Detrás de la iniciativa, está la Asociación de Fabricantes de Cemento Portland (AFCP), que nuclea a las principales compañías de la industria, que encararon una inversión de más de US$ 125 millones para adaptar sus líneas de producción.
En ese sentido, la cámara explicó que la transición implicó obras de adecuación en 13 plantas. Se incorporaron 13 nuevas líneas para el envasado y palletizado, y se adecuaron otras nueve.
La ampliación de las instalaciones se tradujo en más de 20.000 metros cuadrados de nuevas superficies construidas, con más de 1.500 toneladas de estructuras metálicas y equipamientos complementarios. En esta reconversión, se generaron aproximadamente 1.000 puestos de trabajo.
La entidad anunció la novedad como “un giro histórico en la industria de la construcción argentina”, acostumbrada desde hace décadas al formato tradicional de 50 kilos, que será discontinuado progresivamente hasta agotar stock.
De esa manera, la Argentina será el tercer país de América del Sur en adoptar este estándar, alineándose con Europa y parte de Asia, donde los envases más livianos, de 20 a 25 kilos, son comunes por razones ergonómicas, logísticas y de seguridad laboral, explicó AFCP.
Al respecto, apuntó que el sector busca adecuarse a las normas de calidad y mejorar las condiciones laborales y logísticas en obras en base a los cambios normativos de la Secretaría de Comercio que exigen modificaciones en la presentación de productos, prorrogada en 2024 hasta este julio.
“Los nuevos envases permiten mejor manipulación, ayudan a reducir lesiones laborales y minimizan descartes en obras de pequeña escala, que son las principales consumidoras de este formato”, explicó Damian Altgelt, director ejecutivo de AFCP, y aclaró que no es solo para obras chicas, sino para todas, aunque la obra pública y los grandes proyectos usan cemento a granel, no embolsado.
Agregó que el desembolso se suma a los más de US$ 600 millones que las empresas invirtieron en los últimos años para aumentar su capacidad instalada, en función de la demanda proyectada.
“Las ventas vienen flojas, aunque mejor que el año pasado, que fue muy malo. Estamos algo arriba de 12% en relación al mismo período de 2024”, precisó Altgelt.