La llegada del presidente Javier Milei sacudió, al menos relativamente, la hasta ahora anodina campaña electoral cordobesa. La presencia del líder libertario en la Bolsa de Comercio de Córdoba comenzó a “reactivar” a la tropa violeta, poco acostumbrada a correr desde atrás en la imposición de temas en la agenda pública.
El Presidente eligió como destinatario de sus críticas a Juan Schiaretti, quien encabeza la boleta de Provincias Unidas. En ese sentido, el libertario criticó la propuesta de aumento del gasto público del exgobernador, a quien le atribuyó un plan que “implica elevar el déficit fiscal en siete puntos”. “¿Con qué lo vamos a financiar?”, se preguntó el Presidente, y advirtió que una medida así “implicaría llevar el IVA al 42%”.
En tanto, el Gringo le respondió a través de X: “El presidente Milei miente descaradamente cuando se refiere a mi propuesta fiscal”. “Mi planteo no significa aumentar la presión tributaria, sino eliminar impuestos distorsivos como Ingresos Brutos y el impuesto al Cheque, reemplazándolos por un IVA provincial, tal como funciona en Brasil. Esto no es más carga para los argentinos”, afirmó.
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El cruce parece marcar el rumbo hacia octubre. Se avecina un escenario polarizado entre Provincias Unidas y La Libertad Avanza, cuya boleta es encabezada por Gonzalo Roca, socio de Gabriel Bornoroni en su estudio jurídico y considerado un “puro” por los libertarios. Bornoroni es el titular del bloque de diputados libertarios en la Cámara baja y Roca está dando sus primeros pasos en la política. Su nivel de desconocimiento es muy alto, por lo que la apuesta a “pegarlo” a Milei es la estrategia elegida por el comando de campaña que lidera Karina Milei.
La tercera jugadora de peso en la contienda es Natalia de la Sota, quien representa al espacio Defendamos Córdoba y busca quedarse con la novena banca en juego. La novedad radica en que la actual diputada decidió jugar por fuera de las estructuras del peronismo y el kirchnerismo y según los analistas podría captar votos de ambos espacios.
La mayoría de las encuestas marca que entre Provincias Unidas y los libertarios se repartirían ocho bancas y la novena quedaría para De la Sota o el radical Ramón Mestre, exintendente de la capital en dos períodos. De acuerdo a la consultora varía el reparto de las bancas: en el peronismo se animan a pronosticar que con Schiaretti a la cabeza se podrían llevar cinco, mientras que los libertarios auguran un empate entre las dos fuerzas: 4 violetas y 4 de Provincias.
Sin embargo, nada está dicho a 35 días de las elecciones. El director de la consultora Feedback, Gastón Toro, busca ordenar la foto con datos duros: “Hay 18% de indecisos y a eso hay que sumarle el 10% que dice que votará en blanco o nulo. Estamos hablando de casi un tercio del electorado, con un margen de error de 2 puntos. Es un escenario distinto, complejo, con desencanto y hartazgo que no hubo ni en la pandemia”.
Es más, Toro pone el foco en un aspecto técnico-electoral que pide tener muy en cuenta: el diseño de la boleta única. El consultor advierte que Agustín Spaccesi, expartidario de La Libertad Avanza, encabeza una lista “con un liláceo” que remite al color libertario y que, combinado con el altísimo desconocimiento (94%) de Gonzalo Roca, “le puede morder puntitos de arriba” al espacio.
El “factor De la Sota” es el otro punto que pondera Toro: “Natalia saltó de 3,8% en julio a 14% en septiembre: primero absorbió casi todo el voto kirchnerista, que quedó con menos de 3%, y ahora capta porciones del electorado libertario y del cordobesismo. De la Sota creció diez puntos en 30 días. Es la candidata con más margen para expandirse”.
También mira el desempeño del radical Ramón Mestre, hoy alrededor de 4%. Con el reparto por D’Hondt y un cuadro de 28-30 puntos para Provincias Unidas, 22 para LLA y 8 para De la Sota, “tiene que cruzar 5,5% para entrar”. ¿Su ventana? “Llegar con el mensaje exclusivamente a los afiliados radicales”, describe sobre la estrategia de campaña.
Quién vota a quién.
Otro estudio, de la consultora Sicchar, le da 10 puntos de ventaja a Schiaretti sobre Roca. Sin embargo, vale la pena detenerse en el electorado que captan los principales candidatos. En el caso de Schiaretti se concentra en franjas medias y mayores. El 43% de sus votantes tiene entre 30 y 50 años, el 31% supera los 50 y solo un 26% corresponde a menores de 30. La mayoría proviene de hogares con ingresos por debajo de $ 1,3 millones y una parte significativa ya lo había acompañado en 2023.
En tanto, los votantes de Roca son más jóvenes: el 38% tiene menos de 30 años. Se trata de un electorado fuertemente identificado con Milei, ya que el 87% lo votó en 2023 y el 97% lo respaldó en la segunda vuelta. Ahí buscará poner el foco LLA, ya que los estrategas locales detectan “cierto desencanto” con el rumbo del Gobierno y temen que eso pueda influir en una caída en la participación de ese segmento.
Por su parte, De la Sota capta a votantes de entre 30 y 50 años, muchos de ellos provenientes del electorado que respaldó a Sergio Massa en 2023. Como se dijo, su punto fuerte es que le “muerde” votos tanto a los peronistas como a los K.
Aunque no hay clima de campaña, los intendentes del cordobesismo y sus aliados radicales avisaron que jugarán fuerte en las elecciones del 26 de octubre. La explicación, brindada por varios mandatarios a PERFIL Córdoba, fue clara: “Milei nos abandonó en aspectos claves como el financiamiento del transporte, la salud y la educación. Nos tuvimos que hacer cargo de todo”.
La queja refleja la complejidad que tiene la Casa Rosada en Córdoba. “En nuestros pueblos, Milei ganó en el balotaje con el 70%-80% de los votos. Pero a la gente les venimos explicando que Milei aplicó la motosierra y nosotros nos hicimos cargo de todo”. El intendente de la capital, Daniel Passerini, fue categórico: “Los intendentes deben salir a defender y militar lo que creemos, porque tenemos dos alternativas: o apoyamos a un gobierno que nos está destruyendo –como es el de Milei– o apoyamos a un gobernador que siempre trabajó a la par de los intendentes”.