La actividad cayó 0,7% en junio, mientras que en julio el deterioro se habría profundizado por el avance de más del 10% del dólar, según estimó el Banco Provincia. Al mes siguiente, apretón de tasas mediante, el costo de financiamiento de las empresas pasó de la zona del 60% a la del 80% nominal anual, y los adelantos de cuenta corriente retrocedieron 9%. Así, los malos números de junio se habrían agravado en julio y agosto.
En este sentido, según Pulso PBA, un indicador que elaboró el Departamento de Investigaciones Económicas del banco en conjunto con investigadores de la facultad de Exactas de la UBA, la actividad se contrajo 0,3% en julio y 1,4% en agosto en la provincia de Buenos Aires. Con estos números, septiembre debería crecer más de 5% para que la producción no caiga en el tercer trimestre y quede virtualmente en recesión.
“La dinámica regional es heterogénea”, explicaron desde la entidad bonaerense en un comunicado. Neuquén es la única de las 24 provincias donde la relación empleo/habitante no cayó entre mayo de 2025 y el promedio de 2023. Asimismo, solo en cuatro provincias (Mendoza, Tucumán y Río Negro, más de la mencionada Neuquén) el empleo formal no cayó desde fines de 2023.
La inversión también sufrió desde entonces: tomando como base los balances de las empresas no energéticas que cotizan en bolsa, esta variable se contrajo 25% desde el cierre de 2023 en términos reales. En comparación con el pico de la gestión Cambiemos, el deterioro llega al 50%.
“En el caso de las empresas energéticas el escenario es distinto: su inversión más que triplica al promedio de 2023, atenuando el deterioro del resto de los sectores. Al desagregar entre YPF, Pampa Energía y Vista, se observan dos escenarios distintos: mientras que las primeras están 10 y 30% por debajo de los picos de los últimos diez años, Vista, creada en 2017, está 20% por encima de su techo previo, y más que compensa el retroceso de las petroleras históricas”, comentaron desde el Banco Provincia.