Mientras armaba el rompecabezas de cargos de su Gobierno, Javier Milei pidió sólo por un funcionario: quería ubicar en un lugar de trascendencia a Diego Spagnolo, su amigo y ex abogado. Lo puso en la Agencia Nacional de Discapacidad, a fines del 2023. Ahora, el funcionario de ultra confianza del Presidente es protagonista de un escándalo que los deja al descubierto.
Hablé con el presidente y le dije: ‘Están choreando, te podés hacer el boludo, pero no me tiren a mí este fardo. Llega a haber algún quilombo y no me cuidan, tengo todos los WhatsApps de Karina”. Esta es apenas una de las frases de una serie de audios que difundió el canal de streaming Carnaval con la presunta voz de Diego Spagnuolo. Una conversación en la que revela un supuesto entramado de recaudación ilegal de dinero en la compra y venta de medicamentos.
En las grabaciones, la voz adjudicada a Spagnuolo confirma que los laboratorios farmacéuticos deben hacer aportes económicos para garantizar sus contratos con el Estado. Con nombre y apellido, además, se señala a los jefes de la cadena de recaudación: Karina Milei y Eduardo “Lule” Menem en articulación con la droguería Suizo Argentina, la encargada -según los audios- de pedir el dinero a los proveedores y de “subirlo Presidencia”.
Su otrora abogado fue varias veces noticias. Muy pocas por una buena, siendo la última la acusación que le hizo Marlene Spesso, madre de un chico de 12 años que tiene autismo, sobre el maltrato que les habría dispensado en una reunión. Ese ida y vuelta escaló hasta convertirse en el centro de un debate nacional -al cual se subió el propio Presidente, que apuntó al niño y habló de una “operación kirchnerista”-, y Spagnolo, otra vez, quedó en el ojo de la tormenta.
El libertario conoció a Spagnolo, como a tantos otros -como por ejemplo a Victoria Villarruel-, a través de las redes. El ahora funcionario era un usuario activo en Twitter, que en aquel momento aparecía bajo un seudónimo, compartía la violencia y la virulencia que siempre caracterizó al actual Presidente. Spagnolo le brindó tiempo y atención, a alguien que se destacaba justamente por haber estado exento de esta contención a lo largo de toda su vida. Para cuando se armó La Libertad Avanza en la Ciudad de Buenos Aires, en el arranque de 2021, Milei convenció a Spagnolo de sumarse a la aventura. Quizás fue más por necesidad que por otra cosa: en aquel momento, en el que el círculo rojo y el grueso del periodismo -entre los que no se contaba a esta revista- miraba a los libertarios como poco más de un chiste, a ellos mismos les costaba llenar las listas. El abogado terminó en el puesto 11 de la boleta a diputados, un puesto más simbólico que otra cosa.
Sin embargo, el contexto en el que Milei profundizó su relación con Spagnolo podría ser tomado, con el diario del lunes, como un aviso de lo que vendría. Fue en noviembre de 2021, cuando el libertario estaba a días de asumir como diputado nacional. En ese momento el economista había iniciado una demanda civil a los periodistas Fabián Doman, Martín Candalaft, Paulo Vilouta y Débora Plager por un millón de pesos a cada uno, luego de que estos hicieran un paralelo entre el nazismo y los dichos de Milei -“somos superiores estéticamente y moralmente, zurdos de mierda”-. Spagnolo tuvo un gesto que cautivó a Milei: prometió hacerse cargo de la defensa del economista ad honorem, cobrando apenas los costos que tuviera el proceso judicial. En especial esa acción “heroica” cautivó a Karina, que siempre fue reacia a gastar un sólo peso de más.
Spagnolo defendió a Milei en ese juicio -idéntico al que le haría Milei, ya como presidente, a Carlos Pagni, Ari Lijalad y Viviana Canosa- y en otros más. Uno de ellos fue la primer estafa piramidal que el libertario promocionó, “Coin X”, en 2022, otro anticipo de que la historia a veces si se repite. El vínculo llegó a tal punto de que cuando Milei ganó las elecciones buscó un lugar para darle a su amigo. Y el verbo no es casual: Spagnolo, que sólo había tenido un paso fugaz por el mundo de la salud en la municipalidad de Pilar. Ahí asesoró a Carlos Kambourian -que tiene un procesamiento confirmado en segunda instancia por malversación de fondos en el Hospital Garrahan- en esa cartera. Después de eso, el abogado no tiene ningún otro pergamino o credencial que explique porque llegó al cargo en el que está. Salvo que, como hacía antes la casta, ser amigo del líder otorgue beneficios y privilegios.