El escenario de La Voz Argentina volvió a llenarse de emoción en la noche de batallas. Esta vez, una escena protagonizada por Lali Espósito se robó todas las miradas y provocó lágrimas —y sonrisas— en el público, el jurado y las redes.
Todo ocurrió en una batalla del Team Miranda, cuando dos jóvenes cantantes se enfrentaron con una poderosa interpretación de “Don’t Go Breaking My Heart”, el clásico de Elton John. Las protagonistas fueron Valentina Otero y Sofía Verna, quienes lo dieron todo sobre el escenario.
Tras la performance, llegó el momento de la difícil decisión: los Miranda eligieron a Sofía como ganadora de la batalla. Valentina, entre lágrimas, creyó que su camino en el programa llegaba a su fin. Bajó del escenario con el corazón roto, y cuando se acercó a saludar al jurado en las sillas, se quebró por completo.
Fue entonces cuando ocurrió uno de los momentos más emotivos de la noche. Lali, con su corazón gigante, la abrazó fuerte mientras la joven seguía llorando. Pero lo que parecía una simple despedida se convirtió en una verdadera sorpresa: mientras le decía con una sonrisa pícara “Bueno, chau”, le agarró el brazo y la frenó justo antes de que se fuera.
Con complicidad y ternura, le susurró: “Esperá… apretá acá”, señalando el botón rojo del robo. En un giro inesperado, le ofrecía quedarse en su equipo. Valentina, sin entender del todo, apretó el botón y al instante estalló en llanto, pero esta vez de emoción y alivio.
La reacción fue inmediata: el estudio estalló en aplausos, y las redes no tardaron en llenarse de comentarios, destacando el gesto de Lali. La intérprete de “Disciplina” no solo supo detectar el talento, sino que también logró transformar un momento triste en uno inolvidable.
Es así que terminó dejando bien en claro por qué es una de las jurados más queridas por el público: cercana, empática y siempre lista para darlo todo por los participantes, Lali convirtió unas lágrimas de tristeza en lágrimas de felicidad.
Su manera de contener, empatizar y animar a los participantes la convierte en una figura clave del certamen. Esta edición de La Voz Argentina ya regaló varios momentos emotivos, pero lo vivido entre Lali y Valentina fue sin dudas uno de los más genuinos.
En pocos segundos, la cantante pasó de ser espectadora a ser heroína silenciosa, guiñándole un ojo a cámara como quien sabe que está haciendo magia. Mientras la competencia avanza, Lali suma nuevas voces —y nuevos corazones— a su equipo.