Un soldado voluntario de 21 años fue encontrado sin vida en el interior de un tanque militar en el predio del ex Batallón Logístico 3 de Curuzú Cuatiá, Corrientes. El hecho generó conmoción entre sus compañeros y abrió una investigación judicial para determinar si se trató de un suicidio o un crimen.
El hallazgo ocurrió el lunes por la tarde, cuando personal de la Policía local recibió un llamado de alerta sobre la presencia de un cuerpo en una zona del predio militar. Al llegar al lugar, los agentes identificaron al joven como A.R. Miño, quien se encontraba con licencia especial de invierno al momento del hecho.
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Según informó Noticias Argentinas, el cuerpo fue hallado en el “pulmón de un tanque”, una estructura interna de difícil acceso a la que se llega a través de una escalera tipo caracol. Esa particularidad encendió interrogantes sobre las circunstancias en las que se produjo la muerte.
El fiscal de turno, Oscar Cañete, ordenó la realización de la autopsia, que arrojó como causa de muerte un “paro cardiorrespiratorio por oclusión mecánica de vías respiratorias”, lo que indicaría un cuadro compatible con un ahorcamiento. Aun así, las autoridades judiciales no descartan ninguna hipótesis y continúan con las pericias.
El cuerpo del joven soldado fue entregado a sus familiares, quienes este martes participaron del entierro. Mientras tanto, la investigación avanza para determinar si hubo participación de terceros o si se trató de una decisión personal.
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Una descompensación, una muerte y muchas preguntas: el caso del teniente Olivera
Hace sólo dos meses, a principios de mayo, el Ejército Argentino confirmó el fallecimiento del teniente Ignacio Emmanuel Olivera, integrante de la Compañía de Comandos 603, quien murió durante una actividad de instrucción en el campo de entrenamiento “Baterías”, ubicado dentro de la Base Naval Puerto Belgrano, a unos 30 kilómetros de Bahía Blanca. El oficial, de 26 años, comenzó a sentirse mal al finalizar una jornada formativa, fue asistido en el lugar y trasladado a un hospital, donde intentaron reanimarlo.
Según fuentes del Ejército, en el momento de la descompensación Olivera se encontraba supervisando una práctica que no implicaba una alta exigencia física. El ejercicio consistía en una recorrida por distintos puntos de evaluación técnica, y el episodio ocurrió mientras el grupo estaba en un momento de descanso. El militar avisó que no se sentía bien y se activó el protocolo de evacuación, pero los esfuerzos médicos resultaron insuficientes.
El parte oficial informó que el deceso ocurrió “durante una actividad del servicio” y expresó las condolencias institucionales: “Acompañamos a su familia, amigos y allegados en este difícil momento”. También la vicepresidenta Victoria Villarruel lamentó la pérdida: “Acompaño en el dolor a sus seres queridos y al Ejército que lamenta la pérdida de un camarada”.
Olivera era oriundo de Santiago del Estero y tenía formación en comandos, paracaidismo y asalto aéreo. Integraba una de las unidades de élite del Ejército Argentino y estaba a cargo de la instrucción de oficiales y suboficiales. No se habían registrado síntomas previos ni situaciones irregulares durante la jornada. La Justicia y las autoridades militares aún se encuentran investigando las circunstancias del hecho.
TC / Gi