Los All Blacks neozelandeses lograron la victoria en el primero de los enfrentamientos previstos en estas series veraniegas (invernales en la Argentina) ante Francia por 31-27, en el que el renovado XV del Gallo causó una magnífica impresión y cayó con honor.
El conjunto de Fabien Galthie, pese a las numerosas novedades, planteó notables problemas a los todopoderosos All Blacks que pudieron evitar en el Forsyth Barr Stadium de Dunedin una segunda derrota seguida ante Francia tras el 30-29 recibido el pasado noviembre.
El inicio fue más que esperanzador para los galos, que se situaron con un 10-0 rápidamente gracias a un penal de Joris Segonds y a un try de Mickael Guillard, pero la respuesta de Nueva Zelanda con tres tries, de Will Jordan, Tupou Vaa’i y Jordie Barret, situaron el marcador en 21-13 al descanso.
No desmoronó esta reacción local a Francia, que volvió a la carga al inicio del segundo periodo con otro try, obra de Gabin Villiere, para apretar de nuevo el partido y obligar a Nueva Zelanda a no relajarse.
Jordan y Barrett reabrieron el hueco (28-20) que cerraron otra vez Cameron Woki y Nolann Le Garrec (28-27) con casi toda la segunda mitad por delante. El acoso de los All Blacks, pese a jugar en superioridad numérica, tan solo se tradujo en un penal de Barrett que selló el definitivo 31-27.
El haka tradicional de los All Blacks ante la vista de los franceses. (AP)
Escocia y Japón, en amistosos, también hicieron lo suyo
Mientras tanto, Escocia se impuso al Maori All Blacks por 29-26 en el Semenoff Stadium de Whangarei (Nueva Zelanda) en el primer enfrentamiento entre ambos equipos en un cuarto de siglo.
Los tries de Harry Paterson, George Horne (2) y Arro Red, tres de los cuales estuvieron acompañados de transformación, y un golpe de castigo de Adam Hastings amainaron al animoso conjunto neozelandés. Escocia mandó en todo momento en el marcador y, tras pasar por el descanso doblando a su rival (24-12), tuvo que resistir con una intensa defensa en el último tramo la reacción de los locales.
Por su parte, Japón se impuso a País de Gales (24-19) en otro amistoso muy igualado y emocionante, disputado en el estadio Mikuni e Kitakyushu. Un ensayo de Halatoa Vailea, transformado posteriormente por Seung Sin Lee, a falta de diez minutos, decantó definitivamente el choque del lado japonés, que había llegado al descanso con una desventaja de 12 puntos (7-19) y que supo ajustar líneas y atacar sin descanso en el segundo periodo para sellar la decimoctava derrota consecutiva de los galeses.
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