Brad Pitt y Fórmula 1: Cómo se hizo adicto a la adrenalina, a 290 km/h

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De remera de manga larga rosa y con pantalones amarillos, antejos de sol y zapatillas marrones claras, con el cabello casi rapado, Brad Pitt entra a la sala de conferencias en México. En la capital de México había tenido lugar la primera première de F1: La película, y allí fue donde -vía remota- participó Clarín del encuentro internacional del filme.

Pitt interpreta a Sonny Hayes, un expiloto de Fórmula 1, que vive en una Van con la que recorre los Estados Unidos y que cada tanto participa en distintas carreras, como las 24 horas de Daytona. Un excolega, Ruben Cervantes (Javier Bardem) se lo cruza. Ahora al mando de un equipo de F1, que marcha último, sino consigue ganar una carrera, perderá no solo la conducción del equipo, sino que cientos de millones de dólares.

Acertaron: quiere que Sonny vuelva a calzarse el casco y sea el piloto número 2 de su escudería, detrás de una joven promesa, Joshua Pearce (Damson Idris).

Mucho se ha adelantado con respecto a que F1: La película, que estrena este jueves 26 en la Argentina, es sumamente inmersiva, que el espectador se siente como si estuviera sentado en el cockpit de un auto de carrera de verdad. De eso, de la adrenalina que sintió Brad Pitt, luego de varias frustraciones, de las cámaras rodeándolo dentro del auto, de interactuar con los pilotos de verdad y de conducir en rectas a 290 km/h y entrar a curvas a velocidad extrema, hablaron Pitt y el director, Joseph Kosinski (Top Gun: Maverick).

Brad Pitt, en la première en Londres. Puso en riesgo su vida en pleno rodaje. Foto Reuters

“La respuesta de anoche (por la avant première) fue genial, la gente aquí siempre es tan alegre y entusiasta, y hay una energía muy agradable -arrancó Pitt, como si hubiera podido decir otra cosa-. Estamos emocionados de compartirla ahora, que han pasado 3 años de esfuerzo, y estamos muy orgullosos. Creemos que es divertidísima y una experiencia realmente visceral la que Joe (por Joseph Kosinski) ha organizado, así que estamos encantados».

Brad Pitt, con la ayuda de Lewis Hamilton

-Antes de que rugieran los motores y empezaran a filmar, ¿cuál fue el cambio de marcha emocional que les hizo arrancar?

Joseph Kosinski: -Para mí, empezó con un correo electrónico a Lewis Hamilton. Casualmente tenía su información de contacto y le dije que quería hacer la película de carreras más auténtica jamás hecha y quería que me ayudara. Y, por suerte, aceptó, así que ése fue el comienzo de este viaje; a partir de ahí, se trató de cumplir esa promesa.

Brad y Tom Cruise en Leicester Square, en la première londinense de «F1: la película». Foto AP

Ya sabés, construir un sistema de cámara completamente nuevo para capturar la velocidad de estos autos, una colaboración con la F1 para poder filmar carreras reales en todo el mundo y, lo más importante, encontrar dos actores que pudieran conducir estos autos de verdad en la película. Y, por suerte para nosotros, ambos chicos resultaron tener un talento natural increíble para conducir.

Y ellos, se puede ver que tenían una competencia natural que, de hecho, también se verá en pantalla, pero sí, si no hubieran sido tan buenos conduciendo, no creo que hubiéramos podido lograrlo.

«Un sueño hecho realidad», dice Brad Pitt

Brad Pitt: -Cuando Joe tuvo este audaz plan de integrarnos en la temporada de carreras y ponernos en los coches, fue un sueño hecho realidad. Lo he intentado durante décadas, literalmente. Me he involucrado en una película de carreras, y ya sea con motos o con coches, por alguna razón, simplemente no ha funcionado.

Con Franco Colapinto, en otra première. El filme estrena este jueves 26 de junio. Archivo Clarín

Estoy muy agradecido por la experiencia que Joe nos brindó al sentarnos en el coche, ponernos en este ecosistema de la temporada de F1, con todos los pilotos y los equipos, fue una experiencia extraordinaria, nada que se parezca a lo que he experimentado en todas mis décadas haciendo esto. Siempre le agradeceré a Joe por eso, por esta película que podemos presentarles hoy y por ser el artífice de esta idea loca e increíble.

-Pudiste rodar en circuitos reales, y creaste un nuevo equipo de carreras. Tu equipo tenía garajes, tus actores conducían. ¿Por qué fue tan importante para vos mezclar la realidad con la ficción?

Kosinski: -Bueno, aquí no hay ninguna imitación. Ese, ese… sonido. Sabía que si íbamos a hacer una película en este mundo, teníamos que rodarla en las carreras. Stefano Domenicali, actual presidente y consejero delegado de la Fórmula 1, Brad, Jerry (Bruckheimer, productor entre otras de Armageddon, la saga de Piratas del Caribe y Top Gun: Maverick) y yo fuimos desde el inicio del proyecto y le presentamos la idea de lo que queríamos hacer. Y él la captó de inmediato. La colaboración ha sido realmente increíble. Aprendimos muchísimo de ellos, y creo que ellos aprendieron un poco de nosotros.

Brad (61) con su nueva pareja, la modelo de antepasados españoles Inés de Ramón (32). Foto EFE

«La película de carreras más inmersiva»

-De hecho, todo el mundo habla de cómo hicieron, sin trabajo de dobles, pero no creo que la gente sepa cómo lo lograron, porque el volante de un coche de Fórmula 1 es algo de locos, tiene demasiados botones. ¿Cómo fue el proceso de aprendizaje y de convertirte en piloto de ficción?

Pitt: -No sé, la idea de estar en el coche lidiando con estas fuerzas, las fuerzas G (la unidad que mide el incremento de la velocidad de un cuerpo generado por la gravedad), la física de todo esto es algo que no se puede fingir, y Joe lo dijo: “Quiero hacer la película de carreras más inmersiva y visceral que se haya hecho jamás”.

Así fue como conseguimos a Lewis Hamilton. Así fue como me consiguió a mí. Así fue como nos conseguimos a todos y comenzamos este entrenamiento. Terminamos conduciendo durante dos años durante el rodaje, y casi desearía poder rodarlo de nuevo porque, al final, Damson (Idris) y yo… Diría que quedamos bastante bien. Como conductores…

«Fue una experiencia extraordinaria, nada que se parezca a lo que he experimentado en todas mis décadas haciendo esto».

-¿Podemos decir que son adictos a la adrenalina?

Pitt: -Me encanta. Sí. Me hice adicto a la adrenalina.

-Lo que más se comenta de la película es que es muy inmersiva, te sentís como si estuvieras en los coches de verdad, como si estuvieras en la pista de carreras. ¿Cómo construiste el lenguaje cinematográfico de la película, en los campos visual, emocional y técnico?

Kosinski: -Para capturar la sensación de estar en uno de estos coches de Fórmula 1 tuvimos que idear un sistema de cámara completamente nuevo, muy ligero y compacto, pequeño. Así que tomamos el sistema que desarrollamos para Top Gun Maverick y lo miniaturizamos. Lo hicimos lo más pequeño posible. Estoy seguro de que Brad hubiera deseado que fuera un poco más pequeño, porque lo tenía justo delante de la cara todo el tiempo mientras conducía.

Damson Idris interpreta al piloto de su misma escudería con el que debe competir.

Brad Pitt conduce de verdad

Uno no se da cuenta de eso mientras ve la película, pero tiene cuatro cámaras apuntándole a la cara mientras conduce por la pista. Estas cámaras también se mueven, lo cual fue una innovación que desarrollamos para esta película.

Pero la razón por la que se siente inmersivo es porque realmente está sucediendo. Es decir, estos chicos conducen los coches a 290 km/h. Las cámaras están montadas en los coches. Lo estamos grabando durante un fin de semana de carrera real, entre los entrenamientos y la clasificación, y el público puede sentirlo.

Cuando se hace todo ese esfuerzo para hacerlo de verdad, de verdad lo creo, lo sienten al ver la película, cuando ven a Brad concentrado, sorteando las curvas en Silverstone, no está actuando. Está muy concentrado e intenta mantener el coche en la pista porque es una curva rápida.

En plenos ensayos de verdad. El que lo señala es Javier Bardem, un excolega de la Fórmula 1.

Así que, con suerte, el objetivo era ofrecer al público una experiencia que solo 20 personas tienen cada fin de semana. Es un deporte de élite, así que nos dirán si lo logramos o no, pero ése era el objetivo.

-Conducir o competir requiere mucha precisión. ¿Fue complicado el proceso de aprenderse los botones? ¿Te sorprendieron tus propias reacciones al verte con cuatro cámaras alrededor, la experiencia de conducir un coche de F1, y como sos fan de este deporte…

Pitt: -Hubo muchísimo entrenamiento en estos circuitos donde íbamos a rodar. Y sí, soy un fanático. También es como una religión. Es increíble lo que estos chicos pueden hacer. Todos pensábamos que éramos pilotos de segunda fila, así que sabríamos cómo manejarlo. La precisión va cambiando de segundo a segundo. Tomando estas curvas, están usando 5G.

Brad sonríe en el circuito mexicano, donde rodó parte de la película. Foto Reuters

Es asombroso, y la idea de que estos chicos puedan recorrer una pista de 6.5 km, una de 5.6 km y todos estar a menos de un segundo de distancia (chasquea los dedos)… Es decir, es increíble. Para que podamos experimentar algo de eso, una experiencia tan emocionante, me encantaría explicar cómo se siente la carga aerodinámica, cómo se pegan estos autos.

Es increíble. No sé cómo explicarlo mejor porque no hay nada con lo que pueda compararlo. Es como elevar la adrenalina, un subidón… Y el hecho de que pudiéramos ser turistas en este ecosistema por un rato fue una experiencia que jamás olvidaré. Nunca.

Las exigencias para Brad Pitt en «Fórmula 1»

-¿Alguna exigencia que te haya resultado difícil de cumplir?

Pitt: -A veces estábamos todos nerviosos, incluso los camarógrafos estaban nerviosos porque tenían que caminar hacia atrás y la F1 nos dijo 20 veces: “No toquen los coches”. Si tocan los coches, ese equipo será descalificado, como el equipo real en la vida real. Ah, sí, mierda, sí, es el final de la carrera. Ahí es cuando todos los coches llegan al final y tienen que comprobar que no han hecho trampa o lo que sea, tienen que pesarlos y esas cosas, así que no se pueden tocar; si los tocan, saben que están descalificados.

Sí, son ellos: al lado de Fernando Alonso, Sergio Pérez, Carlos Sainz, Max Verstappen, Lance Stroll, Charles Leclerc…

Así que, como actores de cine, no los tocamos. Todos estaban muy nerviosos por tocar esos autos. Estar allí fue un momento hermoso para nuestro equipo, fue una gran sensación. Era como si todos tuviéramos que ser excelentes al mismo tiempo, así que la sensación al hacerlo fue como si todo estuviera tan eufórico durante tanto tiempo.

-Pudiste experimentar la Fórmula 1 de primera mano con todas las personas que la protagonizan, todos los pilotos, Max Verstappen, Charles Leclerc, como si fueran tus amigos. ¿Cómo fue interactuar con ellos? ¿Qué aprendiste? ¿Qué tipo de preguntas pudiste hacer?

Pitt: -Sí, fue increíble. No podríamos haberlo logrado sin el apoyo de la F1, y al principio tuvimos que participar, todos asistimos a las reuniones de pilotos, solo para hacerles saber que allí estábamos y ganarnos su confianza. Les hicimos saber cuánto respetamos el deporte, cuánto queríamos hacerlo bien y que deseábamos incluirlos. “Si alguna vez nos interponemos, por favor, dígannoslo y nos vamos”.

Joseph Kosinski venía de dirigir «Top Gun: Maverick». Se basó en las cámaras que utilizó en ese filme para «F 1».

La llegada de Lewis fue muy inteligente por parte de Joe de traerlo primero, porque su conocimiento es insondable, y teníamos reuniones con él de hasta 12 horas mientras desarrollábamos la historia, el guion. El nos contaba sus experiencias y muchas cosas más. Él aparece en la película. En una parte de la película, al editarla, podría decirte si íbamos en la marcha equivocada en la curva 6, o si hay una reverberación al bajar por la calle. Su conocimiento de la carrera es increíble, increíble. Es una joya y un caballero.

-¿Vas a contratar a Carlos Sainz para tu próxima película?

Kosinski: -Carlos, sí, hizo algunas apariciones sorpresa en la película y, como dice Brad, creo que podría ser una estrella de cine. De hecho, todos se ven muy naturales ante la cámara. Además de Lewis y Carlos, George Russell pasó por el set y quería ver qué hacíamos. Todos fueron geniales con nosotros.

Brad, Damson y Carlos Sainz, «que hizo algunas apariciones sorpresa».

-“Fórmula 1” es una película sobre la redención, la resiliencia e incluso el envejecimiento. Todos podemos identificarnos con eso, sin la necesidad de que seamos pilotos o no. ¿Cómo te identificaste con estos personajes y qué es lo que te llevás emocionalmente de haber hecho “Fórmula 1”? ¿Cambió tu forma de ver el deporte de alguna manera?

Kosinski: -Adoro a Sonny Hayes. Tiene una frase en la película: «Nuevo día, nuevo desafío». Y para mí, eso es en lo que pienso al abordar una película: ¿qué es lo que nunca he hecho antes? ¿Qué es lo que me inspirará a levantarme de la cama cada día y querer afrontarlo? Así que creo que eso es algo que me llevaré de esta experiencia.

Pitt: -Uno está lleno de historias, cada individuo tiene la suya propia, su propia búsqueda y sus propias fuerzas contra las que lucha, como yo, como Sonny, él es un personaje que tuvo una temprana existencia en la F1, y no le salió bien. Cree que lo ha aceptado, ha estructurado su vida en torno a eso y ha seguido adelante.

Una de las 4 cámaras que tomaban a Brad dentro del automóvil.

Pero como suele pasar en la vida, esas cosas sin respuesta parecen volver a aparecer y tenemos que abordarlas de nuevo, y ésa es la historia positiva, como yo la veo. Me conmueve bastante, pero hay muchas más historias que la nuestra. Hay una historia de un perdedor. Son el último equipo, ¿cómo luchan, dentro de las reglas, cómo pueden convertirse en un equipo ganador?

Kate, como mujer dirigiendo el equipo desde lo técnico, está luchando contra un techo de cristal, en cierto sentido. El personaje de Damson es un fenómeno joven y nuevo. Intenta encontrar su camino en un deporte que está bajo un gran escrutinio y aún intenta rendir al máximo. Javier (Bardem) es alguien que intenta mantener este sueño y lo sostiene.

Están sucediendo muchas cosas en nuestra historia, y al igual que si seguís cualquier fin de semana de carreras, los titulares están llenos de historias individuales, y eso es lo mismo para nosotros.

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