Clara Giménez, la joven de 19 años que convivía desde hace cinco años con una ostomía temporal esperando que su obra social cubriera el tratamiento que necesitaba para vivir, falleció en Mar del Plata, dejando en evidencia las falencias de un sistema de salud que con frecuencia desampara a aquellos a quienes debería cuidar.
“Desde enero veníamos peleando por la cobertura que necesitaba y cuando llegó fue demasiado tarde. La demora fue letal. La atención que recibió en la clínica que teníamos por cartilla no estuvo a la altura de su patología y lamentablemente ya es muy tarde”, contó la madre de Clara al sitio digital AhoraMardelPlata.
La batalla de Clara contra Ostel -Obra Social del Personal de Telecomunicaciones de La República Argentina, la responsable de la cobertura médica de la joven- había llegado a la Justicia, donde su familia presentó sus reclamos después de que los reiterados pedidos de atención adecuada mo obtuvieran ninguna respuesta concreta.
A pesar de que en el ámbito legal encontraron eco a sus reclamos, las disposiciones no se cumplieron o se ejecutaron fuera de tiempo.
“El problema es que no hay una sanción real y ejemplificadora para los incumplimientos”, aseveró la abogada de la familia, Verónica Giovanniello. “El juzgado ordena, la obra social desoye, y los afiliados se mueren. Así de drástico”, agregó.
La abogada afirmó que no se trata de un caso único, sino que como este hay muchos, muchos más. “Claras hay miles. Su historia conmovió porque tuvo el coraje de hacer público el destrato que sufrió. Incluso llegaron a insinuar que no la atendían porque era una afiliada indirecta y su aporte ‘no alcanzaba para nada’. Eso es vergonzoso”, le aseguró a AhoraMardelPlata.
“Mientras no haya sanciones efectivas, los recursos de amparo no alcanzan. Como sociedad, miramos para otro lado mientras no nos toca”, reflexionó.
Un testimonio valiente
La historia de Clara se amplificó cuando la adolescente acudió primero a sus redes sociales, y luego se sentó frente a los micrófonos del canal de streaming Olga, para contar los padecimientos de una chica de 19 años que convivía desde hace cinco años con una ostomía temporal, un procedimiento que habitualmente se revierte en un plazo de tres meses.
“Muchas personas se enteraron después de la nota en Olga que tenía la bolsita. En general tuve comentarios muy positivos de qué bueno que lo conté. O gente que no conozco que me escribe por Instagram, y cuentan que tiene la ileostomía pero no se animan a salir de sus casas”, dijo en ese momento.
El impacto de su testimonio en Olga fue enorme, y su historia llegó a diversos ámbitos, pero las penurias que sufría la joven no cesaron frente a la desidia de Ostel a la hora de atender sus necesidades.
“Soy Clara Giménez, capaz que algunos se acuerden de mí, hace algunas semanas salí a hablar de cómo es vivir con bolsita. Hoy les quería pedir su ayuda por si querían difundir porque la obra social no está cubriendo mis consultas médicas, mis gastos médicos. Yo necesito verme con un médico y no me están pudiendo cubrir nada”, escribió Clara en su cuenta de Instagram días después de pasar por Olga.
“Desde enero estamos luchando con mi mamá y su abogada, pero la obra social no cumple y estamos con un trámite de amparo que igualmente no me da ninguna solución”, agregó en ese mensaje. Una solución que nunca llegó.