El presidente de la Unión Industrial del Chaco (UICH), Aldo Kaston, realizó un análisis crítico del contexto económico actual y sus efectos sobre la industria local y nacional. De visita en los estudios de CIUDAD TV, advirtió sobre el impacto de las políticas públicas orientadas a la apertura de importaciones y la falta de medidas de respaldo a la producción nacional.
“Prácticamente el único país del mundo que hoy está abierto a que ingrese cualquier cosa es Argentina. Todos los otros países están cerrando su economía”, sostuvo Kaston. Según señaló, esta situación afecta directamente al aparato productivo interno. “Estamos regalando el mercado a cualquiera que quiera venir a vender acá”, remarcó.
Kaston alertó sobre los efectos visibles de esta política: “Es preocupante. En los últimos informes, 20.000 pymes cayeron, 350.000 puestos de trabajo en blanco salieron del sistema. Es un dinero que no va a circular”.
El titular de la UICH remarcó que la industria está siendo afectada “de todos lados”. En ese sentido, destacó el caso del ingreso de carne porcina desde Brasil, el impacto en el sector textil y el avance de productos chinos en el mercado automotriz: “La industria textil es la más golpeada. De acá a fin de año, 24 marcas más de vehículos chinos van a ingresar a la Argentina con un costo de un 20% más barato. Se va a quedar China con el mercado automotriz de Argentina”, anticipó.
También hizo referencia a las nuevas condiciones logísticas que facilitan la llegada de productos desde Asia a precios y tiempos competitivos. “Hoy, con el acercamiento de China a Latinoamérica, traer algo desde Shanghai demora 45 días a Buenos Aires. Por el puerto de Chancay a Santos, la demora es de 21 días más tres días hasta Resistencia. Termina demorando casi lo mismo que un proveedor de Buenos Aires, pero con menor costo y mejor calidad”, explicó.
En cuanto al consumo interno, Kaston advirtió que la situación está empeorando. “Cada vez se está acercando más a un momento en que la gente ya no pueda comprar. Hoy la gente está pagando la comida en tres o cuatro pagos con la tarjeta en el supermercado”, afirmó. También describió la presión sobre los salarios: “El día 10, el empleado ya está pidiendo plata anticipada porque ya se gastó todo y ya reventó la tarjeta en el supermercado”.
Desde el sector industrial, afirmó que ninguna medida tomada por el Gobierno es favorable. “Estamos yendo demasiado rápido a destrozar todos los niveles de la economía. No hay consumo, y este sistema apunta a una franja de gente que tarde o temprano también va a sufrir este embate. Es cuestión de tiempo”, opinó.
El presidente de la UICH también criticó fuertemente la presión fiscal sobre las pequeñas y medianas empresas. “Nosotros pagamos impuestos como si fuéramos una industria grande, y los grandes industriales no pagan los impuestos que pagamos las pymes. Esa es la realidad”, denunció.
Consultado sobre la posibilidad de revertir este escenario, Kaston apuntó contra la dirigencia política. “Lamentablemente no hay un proyecto de país acordado entre los políticos. Este es un problema en que nos han metido los políticos y que hoy no nos pueden sacar”, afirmó. “La política debe hacerse cargo de lo que se hace bien y de lo que se hace mal y corregirlo”, agregó.
Finalmente, advirtió sobre los riesgos a futuro si no se modifica el rumbo. “Estamos mirando el día a día con altísimos riesgos de sostenibilidad. Si no se llegan a acuerdos urgentes con el Estado nacional para frenar esta avanzada que hay sobre el consumo interno, va por mal camino. A la sociedad le está yendo mal y le va a ir aún peor”.